Todo empezó de a poco.
Con timidez, te miraba por los pasillos.
Tú, de reojo, también lo hacías.
Un día me diste tu teléfono y comenzamos a hablar.
Nuestros viajes nos mantuvieron separados por un mes
pero no nos importó. Seguimos comunicados.
Llegaste, y nos acercamos cada día más.
Una noche te fui a visitar a tu casa
Ahí comenzó todo.
Bajo la lluvia y tras ese abrazo,
Las mariposas empezaron a despertar.
Pasaron los días,
con ello nuestras miradas eran más cómplices y tiernas que nunca.
Hasta que llegó el gran momento,
un abrazo profundo nos llevó a ese primer beso inolvidable.
El nerviosismo, el miedo y las dudas por lo que vendría,
se apoderó de nosotros.
viernes, 11 de diciembre de 2009
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Que lindo :) , me recuerda a mi propia historia , es increible como los sentiemientos y las mariposas se apoderan de uno no? xD un beso cuidate sequisimo
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